Claudio Curima es jugador de la reserva de Nueva Chicago, tiene 22 años y fue uno de los casos positivos de coronavirus en el club de Mataderos. En esta nota, “Curi” -quien pertenece al Torito desde los 8 años- contó cómo fue su experiencia con el virus. Además, opinó sobre la vuelta a los entrenamientos y demostró sus ganas de integrar el primer equipo de Chicago, actualmente sin técnico.
Por Federico Crespi, Alessandro Ghilino y Gabriel Najle
-¿Cuándo te enteraste que tenías coronavirus? ¿Cuáles eran tus síntomas?
-Hace 10 días que me dio positivo el test y hacía 20 días que había empezado con algunos síntomas. Tuve dolor de cabeza, fiebre y dolores en el cuerpo. También tuve un poco de malestar estomacal. Por suerte, lo mío fue leve si lo comparo con los otros casos en mi familia.
-¿Cómo te sentís actualmente? ¿Qué te recomendaron los médicos?
-Me siento muy bien, normal, como estaba antes de que pase todo esto. Lo que me recomendaron los médicos es que cumpla con el aislamiento y en el caso de volver a tener síntomas solamente tomar paracetamol.
-¿Qué sentiste cuando te dijeron que tenías coronavirus?
-Fue muy raro e inesperado porque yo no me sentía mal, ni tampoco tenía síntomas. Pero traté de tomármelo de la mejor manera, era cuestión de encerrarme y cumplir los 14 días de aislamiento, de los cuales solo me queda una semana, para poder vivir como antes.
-¿Qué posición tomó el club al enterarse que tu test había dado positivo?
-El club estuvo muy presente. Desde que se enteraron que Diego Martínez y yo nos contagiamos, el médico siempre estuvo atrás nuestro, recibimos el apoyo de todo el club, desde el presidente hasta los utileros.
-¿Crees oportuna la vuelta a los entrenamientos en este momento?
-En ese sentido tengo un pensamiento muy dividido. Si me dejo llevar por mis ganas de volver te diría que sí. Pero, por otro lado, estamos pasando por el pico del virus y no sé si es muy confiable volver en este momento. Seguramente con una estricta precaución y un buen protocolo no debería haber muchos problemas, si todos lo respetan.
-¿Estás de acuerdo con que los equipos de Primera División y Tigre hayan empezado a entrenar y el Ascenso todavía no?
-Sí, estoy de acuerdo. Lo veo bien porque hoy en día estar en la primera es pertenecer a un club sólido económicamente, que puede cumplir y responder las normas del protocolo en un cien por ciento. Creo que es la división más adaptada a las peticiones de las nuevas normas.
-¿Qué objetivos tenés para lo que queda del 2020?
-Quiero jugar. Quiero ganarme la confianza del técnico que venga, sumar partidos, ganarme el puesto y consolidarme. Sé que es bastante lo que pido, pero en esta cuarentena me entrené mucho, traté de mejorar aspectos físicos para que cuando llegue el momento y permitan los entrenamientos, pueda sacar alguna ventaja.
-¿Qué darías por debutar con la camiseta del “verdinegro”?
-Es un anhelo muy grande. Estoy desde los 8 años en Chicago. Últimamente anduve muy triste porque no sabía si me iban a renovar el contrato, pero ya me lo confirmaron, así que voy a intentar mostrarme y me tengo mucha fe dentro y fuera de la cancha. El día que me toque debutar será un sueño cumplido.
-¿Te hizo más fuerte el contagio y tu experiencia con esta enfermedad?
-Totalmente. Fue muy feo lo que viví, pero tener Covid-19 me hizo más fuerte. A mi novia y a mi papá les tocó la peor parte y fue duro atravesar ese momento. Hoy, mi viejo sigue internado, está mejor, por suerte, y mi novia ya está casi bien. Creo que todo eso me fortaleció y agrandó mi esperanza y fe. Hay que lograr que la familia esté lo más tranquila posible.