El sábado habrá música, baile y juegos en la institución de Liniers para celebrar su cumpleaños.
El próximo viernes, el Club Social, Cultural y Deportivo Larrázabal, ubicado en la avenida con nombre homónimo al 829 (Comuna 9), cumple 77 años. Lo festejará al día siguiente, a partir de las 18.
El festejo comienza a puro juego con ajedrez, tejo, cartas, un jenga gigante y las nuevas mesas de ping pong. Y más tarde llega la hora de bailar, cantar y brindar de la mano de Facundo Sayos y La Parentela del Larrazábal en el primer piso.
En esta fecha también van a inaugurar la terraza del establecimiento.
El Club Larrazábal tiene un estrecho vínculo con la Comuna Lisandro de la Torre. Desde sus inicios en 1946 hicieron diversas actividades en conjunto con otras organizaciones y se convirtió en un sitio de encuentro para varias generaciones de vecinos y vecinas que desarrollaron sus vidas en torno a la institución.
“Homenajear a un Club de estas características no sólo está relacionado con un simple edificio, paredes y techos. Homenajear al Larrazábal es fundamentalmente una conmemoración a la comunidad de Mataderos y Liniers que se congregó en sus mejores épocas para festejar allí y en las peores para organizarse y salir adelante en contextos adversos”, expresó un proyecto de resolución aprobado en la Legislatura de la Ciudad, a través del cual se reconoció a la institución en 2021.
Durante este año realizaron mejoras edilicias, más de 20 actividades y talleres, inauguraron una biblioteca de Géneros, comenzaron con un ciclo de charlas políticas, sostuvieron la feria de emprendedores con frecuencia semanal, sumaron jornadas mensuales de reciclado, hicieron eventos de folclore, rock, tango, salsa, teatro, varietés, funciones de cine para los niños y celebraron fiestas patrias.
También hicieron jornadas de orientación y trámites junto al ANSES y el INADI, y funcionaron como posta de vacunación, prevención y detección de Enfermedades de Transmisión Sexual y difusión sobre dengue, entre otras actividades con el Cesac 4.
En una entrevista de este medio a su presidenta, Patricia Oillataguerre, ella aseguró que este intercambio y aporte a la comunidad es la finalidad principal de las instituciones barriales.
“Los clubes de barrio deben estar atentos a las necesidades de la comunidad y ponerse a su servicio. Forman parte del territorio, y no me refiero al paisaje o la geografía, sino específicamente a sus características, a la gente que lo habita, los vínculos personales, institucionales, al entramado particular que se da entre quienes habitan en un determinado lugar”, resaltó en esa ocasión.