Funcionan con un aforo del 30% y deben respetar las condiciones de seguridad sanitaria trabajadas por el Ministerio de Cultura porteño.
A las actividades ya habilitadas luego de la cuarentena, ahora se suma la reapertura de las salas de cine, que llevan cerradas más de un año. La medida fue publicada este viernes en el Boletín Oficial y por eso, los cines que cumplan los requerimientos establecidos en el protocolo aprobado ya pueden volver a la actividad.
Dado que el 70% de las salas de cine se concentran entre la provincia y la Ciudad de Buenos Aires, su reactivación es un gran paso para el sector.
El protocolo sanitario se trabajó junto con la Cámara de Exhibidores y el Ministerio de Salud de la Ciudad. Y fue aprobado por Nación habilitando su regreso. Está destinado a trabajadores, proveedores y público asistente en general de todos aquellos establecimientos habilitados que cuenten con una o más salas de cine y cuya actividad principal sea la exhibición de filmes y videocintas calificadas por el INCAA.
El aforo será del 30% en relación a la capacidad máxima, siempre y cuando la sala cuente con renovaciones de 40 m3/h por persona. En ningún caso la cantidad de público podrá ser superior a 300 personas en simultáneo por sala.
No se permitirá el ingreso de ningún asistente que tenga una temperatura igual o superior a 37,5° C al momento del control, donde también se les pedirá la declaración jurada de salud vigente (mediante formulario online, o sistema equivalente). Tanto asistentes como empleados deben utilizar el tapabocas en todo momento.
La distancia entre butacas ocupadas deberá ser de 1,5 metros como mínimo, dejando la cantidad de asientos libres como sean necesarios en el medio. Dentro de cada una de las salas la ocupación de lugares contiguos por grupos de convivientes no podrán ser superiores a seis personas.
No se permitirá el desplazamiento de público durante el espectáculo, excepto para el uso de sanitarios o gastronomía. En ese caso, se deberá garantizar corredores en sentido único.
Cada establecimiento debe realizar demarcación en el piso para que el público asistente mantenga la distancia de seguridad recomendada. Además, se debe incentivar el uso de medios digitales para la compra o pago de entradas o productos alimenticios para evitar la manipulación de dinero y el contacto.
En cuanto a los horarios de las funciones, cada complejo deberá establecer un cronograma que minimice la congestión de público al ingreso y egreso de las funciones, así como también que contemple lapsos de tiempo suficientes para que el personal pueda llevar a cabo la adecuada limpieza y desinfección entre funciones (un mínimo de 30 minutos entre cada proyección).
En aquellos casos donde sea posible en función de las características arquitectónicas, las puertas se mantendrán abiertas al menos 10 minutos entre función y función, con el objetivo de optimizar la ventilación del espacio
Los lentes 3D serán limpiados y desinfectados por el personal de los cines después de cada uso, y se permitirá el servicio gastronómico y de Candy Bar, el cual deberá adecuar su funcionamiento a lo establecido en los protocolos aprobados para el desarrollo de su actividad.
Será obligatoria la capacitación a todo el personal dependiente, en la que se explique en qué consiste la enfermedad COVID 19, sus formas de transmisión, síntomas, medidas de prevención, medidas de manejo con el público asistente y correcto uso de insumos y elementos de protección. Estas tendrán como objetivo concientizar a los trabajadores sobre la necesidad de una buena higiene personal y de un puesto de trabajo limpio y ordenado.