La medida tiene como objetivo que las familias que recibían las Canastas Escolares Nutritivas conozcan los soportes que brinda el Gobierno porteño para paliar las necesidades básicas.
La Justicia de la Ciudad ordenó al Ministerio de Educación que –por los canales oficiales mediante los que establece su comunicación con la comunidad educativa en todos sus niveles- en el término de 2 días emita una circular en la que se haga saber a las familias que, de requerir soporte alimentario durante el receso de verano, podrán solicitarla a través de los programas vigentes y cuáles son lugares o medios de contacto por donde pueden para tramitarla.
La sentencia fue dictada por la Jueza Romina Tesone, en respuesta a la causa impulsada por la Unión de Trabajadores de la Educación – Capital (UTE), el Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC), la Cátedra de Ingeniería Comunitaria de la FIUBA (CLIC), la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos – Regional CABA, el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas y La Defensoría de Laburantes.
Pero el amparo presentado por los organismos planteaba la continuidad de la Canasta Escolar Nutritiva durante el receso escolar, que se entregó en los colegios públicos de manera quincenal hasta diciembre.
“La necesidad alimentaria del alumnado y del estudiantado no tiene vacaciones: el 46% de la niñez porteña habita en hogares cuyos ingresos no superan la línea de la pobreza. Y uno de cada tres porteños es pobre. Además, la pandemia y la gestión de la cuarentena agravó una situación laboral que ya estaba en estado crítico. Por eso, solicitamos que se ordene al GCBA continuar durante el período de receso escolar con la prestación del servicio alimentario, con la misma calidad o superior, a la totalidad de los alumnos y estudiantes que fueron beneficiarios durante el período escolar”, manifestaron desde el Observatorio.
El fallo de la Justicia sostiene que a pesar de rechazar la medida cautelar “no es posible desconocer que un número significativo de los estudiantes que durante el ciclo escolar gozaron de las becas alimentarias y provisión de canastas en los establecimientos educativos a los que asisten, frente a la interrupción del ciclo lectivo, podría ver afectado su nivel de ingesta alimentaria que conlleve un impacto en la salud”.
A esto se suma la posibilidad de que las personas afectadas no cuenten con la información necesaria relativa a los dispositivos de asistencia con los que cuenta el Estado local para paliar tales necesidades.
“Si bien ello no conlleva a admitir la tutela pretendida, encuentro procedente adoptar una medida de difusión tendiente a evitar los perjuicios que tales personas podrían padecer producto de la situación expuesta. A los fines de que quienes resultaron beneficiarios de las canastas alimentarias o sus familias puedan requerir su inclusión en los planes de asistencia con los que el Gobierno de la Ciudad cuenta, se ordenará al Ministerio de Educación que publique en la página oficial del GCBA una nota en la que se haga saber a las familias que podrán solicitar el soporte alimentario a través de los programas de alimentación vigentes”, concluye.