Los establecimientos pertenecían a una organización dedicada al comercio ilegal de repuestos. Hubo dos detenidos y se secuestraron piezas por más de $200 millones.
La Policía Federal Argentina (PFA) desarticuló una agrupación que vendía autopartes robadas en un operativo que incluyó allanamientos en Flores y Parque Avellaneda. Arrestaron a dos personas, clausuraron locales e incautaron elementos por un valor millonario.
La investigación se había iniciado tras un ciberpatrullaje de la División Delitos contra el Automotor, cuando los agentes encontraron publicaciones en dos redes sociales de comercialización de repuestos presuntamente obtenidos de manera ilegal.
El siguiente paso fue identificar a quienes estaban detrás. En la búsqueda, pudieron establecer que eran dos personas que utilizaban domicilios en los barrios de las Comunas 7 y 9 para almacenar y distribuir estos artículos.
Con la información recabada, la Fiscalía Penal Contravencional y de Faltas N.º 35, encabezada por la doctora Celsa Ramírez y con la secretaría del doctor Daniel González, dispuso el allanamiento de las viviendas.
En uno de los inmuebles, ubicado en la calle Martínez Castro al 1100, y su casa contigua, se identificó como responsable a J. B., de 33 años, quien permitió el ingreso de los agentes.
Posteriormente, en la dirección de La Fuente al 800 y su vivienda anexa, se identificó a N. F. Y. como responsable. Ambos fueron notificados de la causa y los locales quedaron clausurados.
Además, durante los procedimientos se hallaron piezas automotrices por un valor de mercado que supera los 200 millones de pesos. Entre ellas, 527 butacas, 340 paragolpes y 15 torpedos, todos correspondientes a vehículos de distintas marcas y modelos.
Los elementos, junto a los imputados, quedaron a disposición del magistrado interventor por infracción a la Ley 25.761, que regula el desarmado de automotores y la venta de sus autopartes.
Según datos oficiales, más del 60% de los vehículos robados terminan desguazados y sus piezas se insertan en circuitos ilegales.
Otros operativos en los mismos barrios
Cinco negocios de venta y arreglo de celulares fueron clausurados hace apenas unos días como resultado de una serie de inspecciones en Parque Avellaneda y Flores.
En los procedimientos -realizados por la División Conductas Tecnológicas Ilícitas de la Policía de la Ciudad junto a agentes de la Dirección General de Coordinación Operativa (DGCOPE) y de la Agencia Gubernamental de Control (AGC)- se secuestraron más de 130 celulares, módulos y plaquetas irregulares.
El cargamento más importante fue encontrado en un establecimiento ubicado sobre la Avenida Eva Perón al 3700, en la Comuna 9. Allí se comercializaban teléfonos y repuestos sin la correspondiente documentación y funcionaba un laboratorio con distintas máquinas.
Verificados los IMEI (la identidad del teléfono) cinco de los celulares estaban denunciados, al igual que once bandejas porta SIM, lo que quedó a cargo del personal policial.
Los demás teléfonos, un total de 85, fueron retenidos por la AGC en infracción a la ley de la ciudad 6009/18 y como además el local carecía de elementos de seguridad, se dispuso la clausura y colocación de faja.
Mientras se desarrollaba la requisa, el encargado, de nacionalidad peruana de 54 años, intentó guardar dos equipos en su pantalón, que al ser incautados se corroboró que estaban bloqueados.
Los oficiales también retuvieron tres microscopios electrónicos, una laminadora, una pistola de calor, juego de cables arrancadores de plaquetas, una fuente de energía, cuatro Iphone bloqueados y dos computadoras.
El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal 7, a cargo del Dr. Sebastián Casanello, Secretaría 15 del Dr. Nicolás Oppel, ordenó la detención del hombre por infracción a la Ley 25.891 que regula los servicios de comunicaciones móviles. La norma establece que solo las empresas autorizadas pueden vender celulares y prohíbe la activación de equipos reportados como robados o extraviados.
Los otros cuatro procedimientos se realizaron en Flores con la intervención de personal de la División Investigaciones Comunales 7 (DIC7) de la Policía de la Ciudad, la AGC y la Secretaría de Trabajo y Empleo porteña.
Se trató de comercios localizados en galerías de la Avenida Rivadavia al 6800 y al 7400, en Yerbal al 2500 y Bogotá al 2900, todos en el circuito comercial, donde se decomisaron más de 50 celulares y módulos de telefonía en condición irregular.
Todos fueron clausurados preventivamente por faltas administrativas, y uno de ellos fue tapiado tras acumular tres violaciones de clausura.